OH QUÉ SERÁ, QUÉ SERÁ

jueves, 13 de diciembre de 2007

Los TJ nos lo merecemos. Más en estos tiempos y días. Es bueno volver a sentir eso que no sabe sque qué es, pero sabe a esa linfa vital que permite seguir adelante. Es como pensar que sacaste la foto perfecta, esa que esperabas pero no sabías que existía, pero como eres un romántico incurable, no puedes cantar victoria hasta que termines el rollo, lo lleves al laboratorio, agites lo suficiente y puedas ver frente a la luz roja si algo de lo que pensaste, quedó en el gelatinobromuro. Pero no quieres develar el misterio. No quieres saber que sobrexpusiste más de la cuenta o que el rollo estaba mal puesto. Es como cuando estás sentado en el computador e inconscientemente esperas un mail y de pronto, así de sorpresa, la maquinita que tienes al frente te indica que algo ha pasado. Llego algo, pero no quieres verlo. Quieres perpetuar ese segundo por siempre, porque puede que revises y no sea más que un spam, la foto de algún familiar lejano o peor aun, algún memo indeseado... pero podría no ser eso y ser ese mail que esperas. O como cuando sentiste vibrar el celular mientras caminaba. Llegó un mensaje que quizás no esperabas, o sí. Y tampoco quieres verlo, porque no deseas que la ilusión se acabe. Que esa secreta esperanza termine por desvanecerse con algún recordatorio de tu compañía que te invita cariñosamente a acercarte a alguna de sus sucursales para pagar por el servicio. Todos esos percances fotográficos, mails y mensajes deberían estar prohibidos, ser declarados inconstitucionales y perseguidos internacionalmente. Porque uno se lo merece, sobre todo en estos tiempos y en estos días. Puede que no sea nada, pero esa bendita incertidumbre puede ser buena... se acerca fin de año, se acerca un nuevo comienzo.

por TJ Ferrari.